Tema 5: Costa Rica en el siglo XX hasta la crisis de la década de 1980 (1900 - 1980) 11° nivel

Costa Rica en el siglo XX hasta la crisis de la década de 1980 (1900 - 1980)



  La crisis del modelo agroexportador:  Impacto de la Primera Guerra Mundial.
Para las elecciones de 1913 ninguno de los candidatos obtuvo el porcentaje requerido para acceder a la presidencia. Ante esto y en medio de confrontaciones y pactos políticos entre los aspirantes presidenciales, el Congreso optó por nombrar como primer designado a la presidencia (cargo similar al de vicepresidente), al diputado Alfredo González Flores, el cual no había sido candidato presidencial. Su ascenso a la presidencia coincidió con el inicio de la Primera Guerra Mundial, conflicto que afectó el comercio exterior de Costa Rica y en consecuencia la principal fuente de ingresos del gobierno: los impuestos de aduanas producto del descenso de las exportaciones e importaciones.

Situación socioeconómica producto de la Primera Guerra Mundial (1914-1919):

Descenso de las exportaciones agrícolas y de las importaciones 
Disminución de la recaudación de impuestos de aduana.
Aumento de la especulación de productos y acaparamiento.
Desaceleración económica: incremento del desempleo y aumento del costo de vida.
Protesta de los sectores populares y sindicatos obreros.
El Estado se veía incapaz de realizar los pagos de la deuda externa.

Las medidas que se buscaron tendieron a promover el ahorro y aumentar los ingresos del Estado. Así, se buscó:
Un mayor control de la circulación y respaldo monetario.
Reforma bancaria y ordenamiento del crédito: Se crea el primer banco estatal, el Banco Internacional de Costa Rica y las Juntas de Crédito.
 Reforma tributaria: Establecimiento del impuesto a la renta e impuestos directos.
Intento por ampliar la oferta de productos para vender en el exterior.
Incentivo a la construcción de obras de infraestructura como una forma de generar empleo y evitar el descenso de los salarios en otros sectores.
 Establecimiento de la Escuela Normal, para la preparación de docentes y que fomentó el liderazgo de varios intelectuales costarricenses.
Mayor orden y control en los gastos del Estado, creándose instituciones como la Pagaduría Nacional, para cumplir con ese fin.








Dictadura de Tinoco.
Federico Tinoco Granados llegó al poder gracias a un golpe de Estado impulsado por los sectores económicamente poderosos como los banqueros y financistas quienes habían visto roto su control del crédito y emisión de moneda. También fue apoyado por las empresas de seguros extranjeras, los terratenientes, la compañía bananera, la Costa Rica Oil Company y muchos políticos nacionales que no compartían el modelo de intervención estatal y de reforma tributaria impulsado por González Flores.  Siendo su gobierno producto de un golpe de Estado, actuó de forma autoritaria y empleó la represión política para acallara a sus enemigos y críticos. A los pocos meses de asumir el poder convocó a elecciones siendo el único candidato, razón por la que ganó sin mayores obstáculos. En dichas elecciones también se nombró una Asamblea Constituyente, la cual redactó una nueva Carta Magna en 1917.


Sin embargo, este gobierno debió enfrentar una serie de obstáculos derivados de la negativa de reconocimiento por parte de los Estados Unidos, actitud que influyó para que los gobiernos de otros países se negaran a aceptar como legítima a esta administración presidencial. El aumento del descontento fue atendido con represión y violencia, el aumento de los presos políticos, la persecución, los exilios forzados y el irrespeto a la libertad de prensa lo que a la larga motivó una serie de protestas y levantamientos dirigidos por sectores que adversaban al gobierno el cual terminó por caer en agosto de 1919. Con la caída de Tinoco, se restableció la constitución de 1871 y se convocaron a elecciones, resultando electo don Julio Acosta García, con quien se inicia el restablecimiento del orden liberal y, al coincidir con el fin de la guerra supuso un aumento y crecimiento de las exportaciones y las importaciones mejorando los ingresos del Estado.


Crisis económica de 1929-Depresión de la década de 1930.
En 1929 se produjo la quiebra de la Bolsa de Valores de Nueva York, debido a la sobreproducción de mercancías, la especulación financiera, la aplicación de barreras proteccionistas a los productos agrícolas impuestas por Europa y el descenso en el consumo de artículos industriales. Esta situación generó un gran caos a nivel económico mundial cuyo impacto el país sintió por su dependencia a la compra de café, el descenso de las importaciones y la pérdida del poder adquisitivo.

Impacto de la crisis:
Descenso brusco en los precios del café (pasó de $0,41 por kilo en 1931 a $0,27 en 1932, año a partir del cual la crisis golpeó más duramente a nuestro vulnerable sistema económico).

Los  países proveedores de artículos importados, disminuyeron su producción y dejaron de otorgar el crédito que antes daban para fomentar el consumo. De este modo, dichos artículos empezaron a escasear y a subir de precio.

Disminuyeron drásticamente los ingresos de aduanas (se pasó de 23.5 millones de colones en 1929 a 10.9 millones de colones en 1932) iniciándose por tanto una nueva crisis fiscal.

Las divisas que ingresaban eran insuficientes para hacer los pagos de la deuda externa y mantener el tipo de cambio, el cual debió ser ajustado, pasando de 4,55 colones por dólar en 1935 a 6,16 en 1936, situación que no sólo acrecentó la deuda externa, sino también la de aquellas personas que habían contraído deudas en el exterior como un medio de dinamizar sus comercios o empresas.

Los depósitos bancarios disminuyeron lo que implicó una reducción drástica en el crédito y la presión de los bancos para que los deudores pagaran sus préstamos o de lo contrario rematarían sus propiedades.

La situación social resultante fue atroz: Hubo despidos en el comercio, quiebra de negocios, reducción de salarios, aumento de impuestos, bajaron las ventas y precios internacionales de cacao y caña de azúcar, aspectos todos que motivaron la queja y protesta social. Desempleo, problemas con la educación, vivienda y salud pública hicieron que esta crisis se expresara como una de las más grandes experimentadas por la sociedad costarricense.

Medidas ante la crisis:
Los gobiernos de la época, (Cleto González Víquez -1928-1932- y Ricardo Jiménez -1934-1936-) interpretaron que la crisis era un problema coyuntural y que gran parte de los problemas que se experimentaban internamente eran fruto de una mala administración pública. De esta forma excluían al modelo de desarrollo agroexportador como parte de la crisis y centraron en las reformas administrativas las respuestas para enfrentar la crisis y depresión de los años siguientes.

Una de las acciones momentáneas fue impulsar la producción y ventas de café, aunque fuera a precios bajos, sin discutir que con ello se estaba desvalorizando el trabajo nacional.

La actitud de los gobiernos fue la de sostener el modelo agroexportador y tratar de que los menos perjudicados con las medidas fueran los cafetaleros. De ahí que las medidas para enfrentar la crisis fueran muy tímidas: solicitar a los bancos detener los remates de fincas hasta que se superara la situación de crisis, subir el impuesto a los productos importados como un medio de evitar la salida de divisas y fomentar el ahorro, legislar para el establecimiento de colonias agrícolas en las que pudieran ubicarse los desocupados y evitar un descenso abrupto de salarios utilizando el poco ahorro nacional en la construcción de obras públicas como un medio de generar empleo y competencia laboral.

Desde el punto de vista fiscal, se nota una intervención estatal más drástica a partir de 1932, cuando se establece la Junta de Control de Cambios y exportación de productos que tenía como función otorgar los permisos exportación y regular el flujo de oro y dólares.

La protesta social se hacía sentir cada vez con mayor fuerza, razón por la que en 1933 se creó el Consejo de Obreros y Patronos para establecer el salario mínimo de los trabajadores de fincas, talleres y empresas. De esta manera se fijaron salarios mínimos para los trabajadores del campo en 0,25 colones la hora en fincas de café, caña de azúcar y tabaco y en 0,50 colones en las plantaciones bananeras y cacaoteras.

En 1932 se creó el Instituto de Defensa del Café como encargado de fijar los precios mínimos que anualmente debían pagarse a los productores por fanega de café entregada al beneficiador.

El resultado de tales acciones fue el saneamiento fiscal, se mantuvo la balanza comercial favorable y se fortaleció la caficultura, medidas que coinciden con un nuevo ciclo de recuperación económica a nivel mundial a partir de 1935.

Para 1936, en el gobierno de León Cortés, el Congreso aprobó la Ley General de Bancos y la Ley del Banco Nacional de Costa Rica.  Con dichas leyes se pretendía evitar que los bancos quebraran por manejos inadecuados y que orienten sus acciones en pro del desarrollo del país. El Banco Internacional de Costa Rica cambió su nombre por el de Banco Nacional de Costa Rica,

Aunque los precios del café siguieron bajos, el mayor volumen de ventas aumentó los ingresos; las importaciones crecieron de nuevo y con ello aumentaron los ingresos fiscales, gracias a los cuales el Estado pudo fortalecer su campaña de construcción de obras de infraestructura y generación de empleo en la administración de don León Cortes, mejor conocida con la de la "varilla y el cemento".

Con la mejora en los ingresos del Estado se decretó el fin de la moratoria y se reiniciaron los pagos de la deuda externa, mientras que los deudores de los bancos volvieron a cancelar sus cuotas a los acreedores.





La construcción de la democracia y luchas sociales en la primera mitad del siglo XX.
La dinámica electoral. Características.
Ø  La elite política que se constituyó durante el siglo XIX, buscó la forma de controlar el acceso al poder estableciendo una serie de requisitos para ostentar la condición de elector y la posibilidad de ser electo.
Ø  El saber leer y escribir, así como la posesión de bienes de fortuna limitaron el acceso a la conducción del Estado.
Ø  Las reformas que se dieron después de 1885 definieron una serie de nuevas normas de convivencia social que obligaron a perfeccionar el juego político electoral y mejorar el sistema de partidos.
Ø  Después de 1890, los gobernantes de Costa Rica, con excepción de Federico Tinoco, fueron civiles que llegaron al poder después de haber disputado el mando en campañas electorales que tenían como base una participación popular creciente. Esto llevó a buscar formas de ganarse el electorado y de manipular sus decisiones, aspectos que llevaron a la formación de partidos políticos.
Ø  El papel de la prensa, la aparición de corrientes adversas al liberalismo, el aumento de las demandas populares y la organización obrera, obligó a los grupos políticos a ir depurando las formas de acceso al poder.
Ø  En 1913 que se aceptó la incorporación del voto directo, público y masculino, el cual pasó a ser secreto hasta 1925. A esta disposición le acompañó el establecimiento de un Registro Cívico, para llevar control de los votantes y un Consejo Electoral, con lo cual se pretendía evitar los fraudes.
Ø  La figura del Poder Ejecutivo estaba siempre tras la organización y dirección del proceso, lo que dio paso a múltiples irregularidades.
Ø  En 1932, se dio un importante avance al establecerse una nueva ley electoral que reglamentaba la formación e inscripción de partidos políticos y el proceso electoral. Esta ley fue mejorada en 1936 cuando se estableció la obligatoriedad del voto para todos los ciudadanos costarricenses. Cabe indicar que todas estas reformas fueron gestadas en la cúpula del poder, muy especialmente, por líderes vinculados al Partido Republicano.

Los partidos políticos.
Una característica más de la dinámica política de esta época era el carácter personalista de los partidos, pues se formaban en torno a un líder, sus programas eran poco definidos y tendían a desaparecer una vez concluido el proceso electoral. Por eso los partidos, más que por su nombre eran reconocidos por el apellido del líder: Jimenismo, Cortesismo, Fernandismo, etc. Esto también se debía a la forma en que se desarrollaban las campañas, donde era frecuente el trato directo y personal, el clientelismo, el compadrazgo y las expresiones carismáticas y de prestigio del líder.
Ideológicamente la mayoría de los partidos se identificaban con el ideario liberal, asumiendo posiciones reformistas para mantener el sistema político y económico cuando fuera necesario. De los partidos liberales el de más larga duración fue el Partido Republicano que nació como un club patriótico y popular para evitar la reelección de Rafael Yglesias y tuvo como sus principales líderes a Máximo Fernández y Ricardo Jiménez. Su programa nunca fue definido como uno de largo plazo e ideológicamente coordinado, pero sus líderes fueron muy versátiles para acomodar sus objetivos y reformas a las condiciones de cada uno de los momentos en que participaron.

Contrario a las particularidades de los partidos liberales, fue el nacimiento del Partido Reformista en 1923, teniendo como principal líder al General Jorge Volio. Su creación tiene como antecedente el interés de la Confederación General de Trabajadores por participar a nivel político y luchar por reivindicaciones sociales razón por la que no dudaron en apoyar este movimiento, aunque a la larga eso significó la disolución de la Confederación. Poco después de su fundación participó en la campaña electoral de 1924, donde acuerdo a la ley, el Congreso tuvo que decidir la elección presidencial porque ninguno de los candidatos tuvo mayoría de votos. Del Partido Reformista es importante destacar su compromiso para reivindicar las aspiraciones de la masa obrera atendiendo el problema de la vivienda, la estabilidad laboral, el desarrollo de campañas de higienización y nutrición, la fundación de cooperativas y la puesta en práctica de una reforma agraria. También proponían una reforma jurídica que entre otras cosas impulsaría el compromiso del Estado con la educación laboral y el acceso para las mayorías a la educación media y superior. Estos compromisos quedaron plasmados en su programa de trabajo y en su carta ideológica que revela una profunda identificación con el socialcristianismo inspirado en las encíclicas papales como la Rerum Novarum.

Una vez diluidas las fuerzas del reformismo y en el contexto de la crisis económica de inicios de los años 30, nace el Partido Comunista como fuerza radical y opositora al liberalismo. Este fue fundado en el 16 de junio de 1931 teniendo como antecedente inmediato la fundación de la Asociación Revolucionaria de Cultura Obrera, establecida dos años antes. Dicha Asociación se convirtió en un centro de estudios marxistas (la ideología que define al comunismo) que contó con el apoyo de cierto grupo de estudiantes universitarios, en especial de derecho, así como dirigentes sindicales y varios obreros quienes intentaron revivir el proyecto de universidad obrera de Joaquín García Monge. El secretario general del partido fue don Manuel Mora Valverde y se presentaron a los procesos electorales luchando porque se cumpliera su programa mínimo en el cual proponían la fundación del seguro social, la reglamentación del trabajo, la fijación obligatoria de la jornada de trabajo de 8 horas tanto en el sector público como privado y de 6 horas en las industrias agotadoras, el salario mínimo, el derecho a la organización sindical y a la huelga, la construcción de casas para los trabajadores, la educación gratuita a todo nivel y la creación de la universidad obrera. A partir de 1932, participaron en procesos electorales con el nombre de Bloque de Obreros y Campesinos ganando cada vez más votos, lo que les permitió obtener puestos de representación en algunas municipalidades y en el Congresos. La participación de este partido en pro de los derechos de los trabajadores y el mejoramiento de sus condiciones de vida fue altamente destacada tanto en el Congreso, como apoyando diferentes movimientos huelguísticos, tal y como sucedió con la huelga bananera de 1934.

La década de 1930 se expresó como un período de gran trascendencia política ya que las condiciones económicas y sociales hicieron que las ideas reformistas y revolucionarias penetraran la estructura de los partidos, los programas fueron mejor elaborados y lo líderes tuvieron que apostar por el cambio como un medio de lograr el apoyo electoral. Sin embargo, en la práctica atender las condiciones económicas era la prioridad de los gobernantes, que como León Cortés (1936-1940) centraron su atención en la construcción de obras de infraestructura, limitaron la expresión de la protesta obrera de manera autoritaria, rechazaron proyectos de interés social y vinculó al país con países totalitaristas.



La sociedad costarricense en la primera mitad del siglo XX: Reforma social y guerra civil de 1948



En 1940 llegó a la presidencia de la República el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia con un amplio respaldo del electorado (85 % de los votos emitidos). Su llegada al Poder coincide con el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial.

IMPACTO: Para finales de la década de 1930 el 75% de las exportaciones cafetaleras se dirigía a Europa (para 1939 los precios y las exportaciones caen debido al inicio de la guerra). Los artículos importados comienzan a escasear y hay un faltante de productos industriales;  hubo carestía de artículos nacionales de consumo básico como la manteca y el arroz y de los importados como fósforos, harina, metales, cemento, materia prima para sastrería, etc. Todo esto dio paso al acaparamiento, la especulación y el desarrollo de un mercado negro que generó gran malestar entre la población que se encontraba agobiada con la situación y la pobreza que arrastraban desde años atrás.


La Reforma Social de los años cuarenta.
La pérdida de apoyo político que tuvo el gobierno Calderón Guardia, los llevó replantear su estrategia de trabajo para hacerla coincidir con los principios ideológicos que defendía su líder y los compromisos expuestos en su programa de gobierno. A ello contribuyeron otros factores, como el ascenso a la silla arzobispal de Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez en 1940, personaje altamente comprometido con los principios de la doctrina social de la iglesia. Por otra parte, los cambios que había generado la guerra mundial, la alianza entre Estados Unidos con la Unión Soviética luchando al lado de los aliados y la directriz para que los partidos comunistas transaran alianzas que llevaran al mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores fueron propicios para que se constituyera un bloque político reformador. Así, entre el Gobierno de Calderón Guardia, la Iglesia Católica y el Partido Comunista (representante de la clase trabajadora) se forma una alianza que impulsará las reformas sociales en Costa Rica. .
En medio de la crisis, la reforma se inició en el campo de la economía con una serie de medidas aisladas e inconexas que fueron fruto de la necesidad de resolver problemas inmediatos, pero que culminan con una clara intervención estatal regulando aspectos claves de este campo. Y aunque la reforma electoral estaba en la mesa de discusión, no hubo mucha prisa para atenderla. Pero lo social si era urgente y debía ser atendido en forma sistemática.
Educación: El apoyo y acercamiento con la Iglesia se obtuvo recién iniciado el gobierno cuando se abolieron las reformas liberales y se volvió a incluir la enseñanza religiosa como parte de la educación formal. Posteriormente se le brindó oportunidad de abrir más centros de enseñanza media a la vez que el 26 de agosto de 1940 se decretaba la apertura de la Universidad de Costa Rica como ente formador de los profesionales que el país requería para atender los cambios propuestos. A esto se unió la voluntad por reordenar una serie leyes y decretos vinculados al campo educativo, los cuales fueron expresados en el Código de Educación emitido en 1943. Bajo esta nueva disposición se mejoraron los índices de alfabetización, aumentaron los centros de educación media y en los años siguientes abrieron escuelas vespertinas e indígenas, así como centros para impulsar y mejorar la formación del magisterio.

Salud: Uno de los impactos más trascendentes se dio en el sector salud, cuando en 1940 el Estado emite la ley de asistencia y promoción social que le compromete atender este campo. Consecuente con esta disposición, el 1 de noviembre de 1941 se fundó la Caja Costarricense de Seguro Social para atender los campos de enfermedad, invalidez, vejez, muerte y paro involuntario, institución que aunque en un inició tuvo una cobertura restringida la fue ampliando con el paso de los años.

Condiciones laborales: En 1942 y ante la coyuntura política que vivía el gobierno se buscó el apoyo de los comunistas y de la Iglesia presentándose ante el Congreso el proyecto de las Garantías Sociales. Estas fueron aprobadas por el Congreso el año 1943 y consistieron en una reforma al artículo 29 de la Constitución, con lo cual el Estado quedaba obligado por la máxima ley de la República atender dos asuntos fundamentales para la mayoría de los costarricenses.  un lado se comprometía a corregir los abusos en el acceso a la propiedad y el derecho de los campesinos a cultivar parcelas incultas y por otro a fijar una serie de disposiciones que garantizaran el derecho al trabajo, la protección de la familia, la fijación de la jornada laboral en ocho horas, el salario mínimo, la organización sindical, el derecho a la huelga y la firma de contratos colectivos de trabajo. Igualmente se señalaba el compromiso de impulsar la construcción de viviendas populares, la preparación técnica de los trabajadores, la creación de tribunales de trabajo y el derecho al seguro social para el trabajador y su familia.

Dicho mandato constitucional debía quedar expresado en una ley que fue el Código de Trabajo, el cual entró en vigencia el 15 de setiembre de 1943. A partir de ese momento quedaron estipulados por la ley los derechos de los trabajadores a organizarse, a hacer huelgas, firmar negociaciones colectivas de trabajo, fundar organizaciones corporativas en pro de sus intereses (cooperativas) la regulación de la jornada de trabajo para hombres, mujeres y menores, la fijación del salario mínimo, pago de horas extra, vacaciones, el arbitraje obligatorio del estado en caso de conflictos laborales y su obligación de velar por la dignidad del trabajador, entre otras cosas. Estos han sido derechos que se han ido ampliando y mejorando con el paso de los años, constituyéndose en una conquista fundamental para los trabajadores costarricenses.

Medidas complementarias: Fueron una serie de disposiciones menos sistemáticas que marcharon acordes con este proceso de reforma social. Este fue el caso de los acuerdos para apoyar a los trabajadores en su actividades agrícolas y en el acceso a la tierra , la creación de una oficina para el control de precios y de la Junta Central de Abastos encargada de fiscalizar la exportación de importación de artículos de primera necesidad, fijar precios y evitar la especulación. A ellas se sumaron los decretos para fijar salarios mínimos los cuales subieron entre un 20 y un 50%, sin olvidar otros acuerdos tendientes a la atención de la nutrición infantil y necesidades de los escolares.
En el campo de la vivienda se estableció, desde 1940 la Junta Nacional de Habitación y en 1942 la Cooperativa de Casas Baratas La Familia que beneficiaba a peones, obreros, artesanos y empleados con salarios menores a 250 colones. Entre 1942 y 1945 se construyeron 197 casa en proyectos habitacionales bien planificados como las ciudadelas Calderón Muñoz y Carlos María Jiménez. A partir de 1945 el programa de construcción de viviendas populares fue incorporado a la Caja Costarricense del Seguro Social y gracias a su acción se edificaron más de 686 casas entre 1945 y 1954. Este constituye el antecedente inmediato de la creación del INVU.


Guerra Civil (antecedentes)

Las medidas económicas tomadas por el gobierno de Calderón fueron interpretadas de muy diversas formas por los sectores dueños de capital, pero en su mayoría externaron su malestar y oposición por lo que consideraban una intromisión del Estado en asuntos de economía y un aumento de sus gastos pues tendrían que contribuir al financiamiento de la reforma social en un momento donde la situación económica del país no era la mejor. A ello sumaban las denuncias de corrupción, despilfarro y malos manejos por parte del gobierno.
La burguesía agraria, comercial y bancaria empezaron a expresarse como fuerza opositora del gobierno, aglutinándose en torno a León Cortés como su líder y candidato presidencial para las elecciones de 1944. Por otro lado, un grupo de jóvenes intelectuales de clase media habían fundado un centro de estudios sobre la realidad nacional en 1940 y asumiendo una posición reformista y desarrollista empezaron a plantear duras críticas a la labor, acciones y asuntos no atendidos por el gobierno. Este grupo recibe el nombre de Centro para el Estudio de Problemas Nacionales (CEPN) y se expresó como un grupo crítico y propositivo que no pretendía, por el momento, transformarse en partido político y donde destacaban entre sus miembros Roberto Brenes Mesén, Carlos Monge Alfaro, Isaac Felipe Azofeifa, Rodrigo Facio

Para las elecciones de 1944 el gobierno, con apoyo de los comunistas, apoyó la candidatura de Don Teodoro Picado Michalsky, presentándose como el llamado Bloque de la Victoria. Las elecciones fueron ganadas por don Teodoro Picado y su gobierno se caracterizó por tratar de buscar la conciliación nacional aunque con muy poco éxito, pues las pasiones y críticas ardían por todo lado.

Los esfuerzos se centraron en ordenar la hacienda pública, procurar el saneamiento fiscal y atender problemas económicos inmediatos que eran secuela de crisis. En el campo político el esfuerzo se centró en la confección de un nuevo Código Electoral que garantizara la pureza del sufragio y el respeto a la voluntad popular. A pesar de los esfuerzos toda la administración de Picado fue un período muy convulso. Las críticas por su alianza y presencia de los comunistas en el gobierno, la influencia y poder del calderonismo y la desconfianza continua a las decisiones gubernativas eran parte de los cotidiano.

Dichas expresiones de molestia dividieron al pueblo costarricense, y los patronos convocan a una huelga de brazos caídos en agosto de 1947 como repudio al gobierno. Esta huelga se inició como una serie de marchas para pedirle al gobierno garantías electorales, las cuales fueron apoyadas por el comercio y la banca que cerró sus puertas en apoyo al movimiento durante doce días. Las acciones violentas pronto salieron a flote y la protesta terminó cuando el gobierno entregó la dirección del tribunal electoral y del registro cívico a la oposición. Esta huelga fue un punto más que calentó el ambiente de cara al proceso electoral de 1948.

Elecciones de 1948: Los sectores opositores se agruparon en torno al Partido Demócrata y el Unión Nacional como los más fuertes. A su lado, José Figueres era el líder del Partido Acción Demócrata, el que se coaligó con los militantes de CEPN, dados sus objetivos similares para formar el partido Social Demócrata. Estos fueron a una convención de la que resultó ganador Otilio Ulate, candidato del Partido Unión Nacional. De esas agrupaciones la más pequeña y la de menor arrastre era la jefeada por Figueres quien desde sus años en el exilio se había comprometido a formar un grupo internacional para luchar contra las dictaduras retrógradas, llamado Legión Caribe.
Rafael Ángel Calderón se presentó como el candidato del oficialismo, pero esta vez algo más distante del comunismo, dado el nivel de críticas y la recién iniciada guerra fría. Los comunistas inscribieron papeletas independientes y aunque no hubo pacto formal con el calderonismo, llamaron a apoyarlo con los votos presidenciales pues constituía un elemento de confianza para mantener y ampliar las conquistas sociales. La campaña se caracterizó por la violencia, insultos y marchas de protesta que anunciaban un clima beligerante de acuerdo al resultado de la elección, la cual estuvo caracterizada por múltiples irregularidades y denuncias de todos los frentes. A esto se sumó la quema parcial, en un dudoso accidente, de las papeletas electorales que habían sido remitidas a San José luego de los comicios. También varios ciudadanos indicaron que no habían podido votar debido a acciones irregulares en el Registro Cívico.
A pesar de todo, el Tribunal Electoral, basándose en la información proporcionada por los telegramas declaró electo a Ulate, mientras que el calderonismo ganó la mayoría de los puestos legislativos. Dicha declaración de acuerdo a ley se hizo luego del plazo fijado y no contó con el aval de uno de los tres miembros del tribunal, razón por la que el asunto debió ser resuelto en el Congreso donde había mayoría calderonista. En este ente se acordó declarar nulas las elecciones presidenciales pero no las de diputados ni munícipes. Esta fue la chispa que encendió la guerra civil de 1948, pues antes de que se conocieran los resultados ya Figueres se encontraba en las montañas donde tenía guardadas las armas para preparar la ofensiva contra el gobierno.


La guerra civil de 1948 (desarrollo) y la Junta de Gobierno (1948-1949).
La guerra civil tuvo como motivos inmediatos la defensa del sufragio, la lucha contra la corrupción así como contener la influencia política de los comunistas y calderonistas. Pero en el fondo estaba el interés de un sector emergente de la pequeña y mediana burguesía aglutinada en torno al Partido Social Demócrata que buscaban la oportunidad de gobernar para introducir cambios trascendentales en el Estado en los cuales apoyar sus proyectos modernizantes centrados en la diversificación productiva con la ayuda de la intervención estatal.


El levantamiento armado lo inicia el denominado Ejército de Liberación Nacional el 12 de marzo de 1948 desde San Isidro de El General y se extendió hasta el 19 de abril del mismo año cuando se firma el Pacto de la Embajada de México. Otro frente se alzó desde San Ramón y lograron un importante triunfo con la toma de Limón y de Cartago para el trasiego de armas y sitiar San José. Para su lucha reclutaron milicianos entre algunos sectores de la burguesía tradicional, de las capas medias y algunos campesinos de Alajuela, Heredia y Cartago atraídos a la lucha por los grandes propietarios y beneficiadores que eran dirigentes rebeldes. Dichas fuerzas se completaron con milicianos extranjeros vinculados a la Legión Caribe que veían en esta guerra el punto de arranque para llevar su movimiento a otros países como Nicaragua donde gobernaba Anastasio Somoza García y República Dominicana dirigida por José Leonidas Trujillo. Las armas llegaban desde Guatemala gracias al apoyo que el presidente Juan José Arévalo prometió a los legionarios.

Calderón no aceptó la decisión del Tribunal Electoral y apoyó al gobierno en su intento de contener el movimiento. Las fuerzas oficialistas se nutrieron con los 300 efectivos que componían el ejército nacional, algunos empleados públicos, maestros e intelectuales de izquierda, pero sobre todo con el proletariado rural constituido por los obreros bananeros y campesinos pobres de Puntarenas, Limón y Guanacaste, los cuales habían tenido una participación muy activa en el proceso de aprobación de las garantías sociales y en las manifestaciones de apoyo a los gobiernos de Calderón y Picado. Estos estaban mal armados y poco organizados. El gobierno de Picado recibió el ofrecimiento de apoyo militar de Nicaragua, pero lo rechazó. A la vez el gobierno norteamericano estaba muy atento a la forma como se desenvolvía el conflicto, pues en el contexto de guerra fría no se podía permitir el avance comunista.


La situación se tornó caótica y difícil de contener por parte del gobierno. Sus fuerzas eran pocas y mal preparadas, razón por la que la lucha la estaban dando especialmente los comunistas en franca desventaja respecto a los alzados en armas. Por esta razón el gobierno decidió capitular. Los comunistas buscaron la forma de contactar con Figueres y firmaron con su emisario, el padre Benjamín Núñez el Pacto de la Embajada de México, donde el primero se comprometía a mantener las garantías sociales, el código de trabajo, las instituciones de bien social, lo movimientos sindicales, así como respetar la vida y bienes quienes apoyaron el gobierno y garantizar la existencia del partido comunista como movimiento político.

En este modo los comunistas capitulaban con Figueres y dejaban a Calderón solo en la lucha. Posteriormente Monseñor Sanabria expresa su apoyo a Figueres quien finalmente ingresa San José el 24 de abril de 1948. Teodoro Picado, para generar una transición ordenada en la entrega del poder, el 19 de abril había cedido el mando al tercer designado don Santos León Herrera y abandonó el país. Calderón también salió de Costa Rica y se refugió en Nicaragua. Inmediatamente se notó la fragilidad de la alianza de Figueres con los sectores del capital, pues se negó a entregarles el mando y el 1 de mayo acordó con Ulate que una Junta de Gobierno se haría cargo del poder por un plazo de 18 meses, después de los cuales le cedería la presidencia.

De este modo, el 8 de mayo de 1948, la Junta de Gobierno, con Figures a la cabeza, asumió el mando con el nombre de Junta Fundadora de la Segunda República, abolió la Constitución de 1871, lo que le abrió el espacio para legislar unilateralmente e imponer el proyecto transformista del sector emergente de la burguesía. Para ello y contraviniendo el Pacto de la Embajada de México, se dedicó a sacar de escena a sus enemigos políticos; pusieron fuera de ley al Partido Vanguardia Popular, declararon fuera de ley a los sindicatos comunistas, autorizaron a los patronos a despedir empleados de quienes sospecharan una militancia comunista, se intervinieron propiedades y negocios de personas vinculadas políticamente a Calderón y Picado, se crearon tribunales de probidad para juzgar a estas personas, se despidieron empleados públicos, y se establecieron tribunales de ética para aplicarlos especialmente a los maestros de quienes se sospechaba una identificación con las ideas comunistas. También se suspendieron los partidos políticos que atentaran contra la democracia, lo que significó sacar del juego político a comunistas y calderonistas.



Las medidas anteriores dieron paso a lamentables situaciones de persecución, reparto del botín político, expulsiones del país, y desaparición de personas que han generado profundas heridas en la familia costarricense. Para atraer dineros al Estado decretó un impuesto del 10 % a los capitales superiores de 50 mil colones, por una sola vez, el cual podía ser pagado en un plazo de cinco años. Se mantuvo el impuesto sobre la renta y el territorial y se decretó el compromiso del Estado para impulsar el desarrollo industrial iniciando por la diversificación y modernización de la agricultura.

Para complementar estos planes se decretó la nacionalización bancaria, con lo cual el Estado lograba captar la totalidad del ahorro nacional al eliminar la banca privada y disponía cuáles eran las actividades que debían impulsarse con el crédito bancario. Adicionalmente se creó el Consejo Nacional de la Producción en 1948 como la institución estatal encargada de promover la agricultura y controlar los precios de los productos agrícolas. Complementariamente, en 1949, se decretó la nacionalización de los recursos ecológicos del país y se creó el ICE como la institución encargada de generar los recursos hidroeléctricos que demandaba el país y su nuevos planes de desarrollo. En el campo social, la acción de la junta se limitó reorganizar el Ministerio de Trabajo y a mantener su compromiso con el fortalecimiento de la reforma social. Como complemento se creó un servicio de empleo y se fundó el Servicio Civil como la institución encargada de calificar y seleccionar el personal idóneo para trabajar en las instituciones estatales, abandonándose así la práctica otorgar empleos por relaciones de compadrazgo o compromiso político.

En el plano político se tomó la medida de eliminar el ejército y constituir en su lugar la guardia civil como garante del orden y la seguridad nacional. Esta medida, ha sido muy aplaudida a lo largo del tiempo, aunque para aquellas fechas tuvo una clara intencionalidad política ya que el ejército costarricense que luchó contra Figueres era pequeño y mal armado y formalmente desapareció cuando éste entró a San José y se le entregaron los cuarteles. En su lugar, el que quedó fue el llamado ejército de liberación nacional, el que hizo la guerra dentro del cual habían varios milicianos de la Legión Caribe a los cuales había que pagarles mientas esperaban el momento de continuar con sus luchas fuera del territorio costarricense. Pero ese no era un buen momento para que Costa Rica se involucrara en un conflicto armado con otros países, además de que el peso vigilante de los Estados Unidos era enorme. Por eso fue una buena táctica disolver el ejército de liberación nacional y cambiarlo por una fuerza pública que garantizara el orden y tranquilidad internos.


Con estas acciones la Junta logra que el Estado se convierta en el eje del proyecto de transformación económica y para garantizar esto por largo tiempo procuró que esos principios quedaran plasmados en una nueva constitución política. Así, convocó a elecciones de diputados para que integraran una Asamblea Constituyente que elaborara la nueva constitución. Para ello preparó un proyecto de carta magna que no fue aceptado del todo por los nuevos diputados ya que el autoritarismo con se manejaron las cosas causó temores en los distintos sectores razón por la que no recibieron mucho apoyo en la elección de diputados constituyentes. De los 45 puestos para dicha asamblea solo obtuvieron cuatro, mientras que el Unión Nacional logró 34, de ahí que no les resultara difícil imponer su criterio y redactar la nueva constitución teniendo como referente la de 1871.
La Constitución aprobada el 7 de noviembre de 1949 incorporó muchas de las reformas al funcionamiento del Estado que se habían venido dando desde años atrás, así mantuvo las garantías sociales, incorporó el funcionamiento de las instituciones autónomas, mantuvo la nacionalización bancaria y creó mecanismos para mejorar la administración pública fundando la Contraloría General de la República como el ente encargado de controlar y supervisar el destino y uso de los fondos públicos por parte del gobierno central y las instituciones autónomas. De la misma forma se definieron con claridad los compromisos del Estado, pero se descentralizó su funcionamiento para que las decisiones no pesaran tanto en el poder ejecutivo. Por eso la Asamblea Legislativa emergió como el poder más fuerte y se crearon las instituciones autónomas.

Otro aspecto que merece destacarse en esta Constitución es la importancia que se concede a la educación la cual fue conceptualizada como un proceso organizado desde la preescolar hasta la universidad por el cual debía velar el Estado procurando su mejor organización y financiamiento. Además se incorporó la creación del Tribunal Supremo de Elecciones como una instancia autónoma de los demás poderes, lo que sacaba las decisiones de los procesos electorales de los demás poderes de la República. Igualmente se le señalaron pautas para organizar todo lo relativo a la organización de procesos electorales incluyendo por primera vez el voto femenino, una de las luchas centrales de los movimientos feministas organizados en Costa Rica desde la década del veinte.

Una vez aprobada la Constitución se convocó a elecciones de diputados y se entregó el poder a Otilio Ulate. Sin embargo, ni comunistas, ni calderonistas pudieron participar en los sucesivos procesos electorales pues su participación política no fue permitida por la nueva Carta Magna.




 

La diversificación productiva y el modelo de sustitución de importaciones 
(1950 y 1980)










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